“NO HABRÁ AVIÓN DE CAZA SUPERSÓNICO PARA LA FUERZA AEREA ARGENTINA”

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Por Germán Braim

Los cambios que se realizarán en nuestro cuasi inexistente Sistema de Defensa, anunciados por el Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri, el pasado día 23 de Julio del corriente año en Campo de Mayo, -como era de esperarse- para nada suponen “buenas noticias” para la Fuerza Aérea Argentina, porque según el titular del Ministerio de Defensa, bajo este “nuevo contexto” que plantean las “actuales amenazas”, considera que no hace falta disponer de aeronaves de caza supersónicos.

Y en este sentido, así claramente lo expresó el propio ministro de Defensa Oscar Aguad, quien en una comunicación telefónica en directo con el medio TN (Todo Noticias) y ante la pregunta que le hiciera el periodista Guillermo Lobo, textualmente Aguad respondió:

“Nosotros no tenemos hipótesis de que algún avión supersónico pueda atacar la Argentina… Los aviones supersónicos están en mano de los estados… Hasta ahora no hemos podido detectar ni fuerzas terroristas ni de ninguna otra índole, que tengan en su poder aviones supersónicos… Casualmente para luchar contra el narcotráfico no necesitamos aviones supersónicos, necesitamos aviones que vuelen bajo y a menos velocidad… Un avión supersónico no puede interceptar una avioneta…”  (Ver: https://youtu.be/D_Aio3PLMl8)

Para comenzar este análisis, creo conveniente señalar en primer lugar, que el ministro de Defensa, en el mejor de los casos, basa sus argumentos en “verdades a medias”, puesto que si bien es cierto que los aviones turbohélices como el IA-58 Pucará, Emb-312 Tucano o Texan TC-6 son ideales u óptimos para la intercepción de vuelos irregulares de aeronaves livianas, también lo son los aeronaves a reacción como el IA-63 Pampa (actualmente desplegado en la frontera norte) puesto que su envolvente de vuelo le permite interceptar un incursor en un mayor velocidad, tal como un bimotor turbohélice.

Debo agregar, que desde el punto de vista de la Gestión de Riesgos, la postura expresada por el ministro de Defensa -ergo el Gobierno Nacional- como por demás temeraria, habida cuenta que resulta en extremo difícil poder encontrar o dilucidar, basamento analítico alguno, mediante el cual se hayan identificado y cuantificado las amenazas con mayor probabilidad de ocurrencia, por parte del Dr. Aguad, para arribar con extrema liviandad a la conclusión que nuestro país, -8° en el mundo por su extensión territorial-, omita contar en su arsenal con aeronaves de combate supersónicas, a la hora de la defensa de sus intereses y ejercer el control soberano del espacio aéreo.

PUNTUALIZANDO

1. La Administración de gobierno del Ing. Macri omite antecedentes que precisamente dejaron sentados los atentados terroristas del 11S en Estados Unidos y de las medidas de seguridad aérea que en este sentido luego se adoptaron, mediante el despliegue de aviones de combate (F-16 y F-15) para la intercepción de cualquier vuelo sospechoso.

2. Tampoco se tiene en cuenta como potencial amenaza, en este caso con mayor probabilidad de ocurrencia, que dada la actual situación de la pérdida del control de nuestro Espacio Aéreo – condición admitida por el propio Gobierno Argentino-, máxime aún, luego de haber sufrido en territorio nacional, dos atentados terroristas perpetrados en C.A.B.A (Embajada de Israel y AMIA), antecedente cercano que no nos exime en absoluto de un potencial ataque suicida, mediante el uso de una aeronave secuestrada, como precisamente ocurrió durante el 11S.

3. Por otro lado, es obvio que las organizaciones terroristas no disponen de aviación de combate supersónica, como expresara el ministro Aguad; sin embargo la historia reciente demuestra efectivamente, que los atentados del 11S se concretaron a través de aeronaves de línea de gran porte y cuya velocidad es holgadamente superior a la de un turbohélice de altas prestaciones, para estrellarlos contra las Torres Gemelas y el Pentágono. De allí que imaginar que un grupo terrorista, a través de una célula dormida, bien podría volver hacer lo mismo, tal vez con aviones del tipo ejecutivos de tamaño medio (Bombardier Global Express, Dassault Falcon 7X, Learjet 70/75, etc.) o una aeronave de línea de cabotaje como ser un Boeing 737, A 320 o Emb 190, plataformas que difícilmente puedan ser interceptadas por nuestros IA-58 Pucará, Tucanos, Texan TC-6, hasta incluso por un IA-63 Pampa.

4. Actualmente, los únicos aviones cazabombarderos disponibles con posibilidades ciertas de lograr una intercepción, son los A-4AR (subsónicos). Un puñado de ellos está siendo recuperado para el G20, no obstante la antigüedad propia del sistema, más las dificultades logísticas y de presupuesto, auguran que su baja se produzca en un tiempo relativamente corto. A esta altura, estimado lector, recordarle que la capacidad supersónica no es un capricho librado al azar, esta le confiere al avión interceptor acortar distancia respecto del avión incursor en menor tiempo que lo haría una aeronave subsónica, impidiendo que este se acerque y cumpla con sus intenciones.

5. Párrafo aparte merece el hecho lo ocurrido el pasado 12 de Agosto, cuando Richard Russell, un empleado de pista de la Empresa Horizon Air en el Aeropuerto de Seattle, literalmente robo un avión Bombardier Q400 -Biturbo Hélice para vuelos a nivel regional- sin pasajeros, realizando un vuelo en el que llevó a cabo todo tipo de peligrosas maniobras, haciendo caso omiso a los reiterados pedidos que se hacían desde la torre de control y obligando con esto, que 2 (dos) cazas F-15 con asiento en la base militar de Portland (Oregon) despegaran con rumbo de intercepción. Según el reporte oficial, Russell murió al estrellar el avión en un sector despoblado de una isla.

6. Este actual Poder Ejecutivo Nacional y en su ejercicio permanente de olvidar antecedentes, omite la violación del Espacio Aéreo Argentino ocurrida en 2010, perpetrada por 2 (dos) aviones cazas Eurofighter Typhoon, más un avión reabastecedor de la RAF (Royal Air Force) que se dirigían hacia su base de asiento en Mount Pleasant – Islas Malvinas, pero por problemas climáticos tuvieron que hacer una escala de emergencia en la ciudad Chilena de Punta Arenas, para lo cual sobrevolaron nuestro territorio. Esta violación a nuestra soberanía, fue denunciada ante la ONU en Febrero del 2012 por parte del entonces Canciller Timerman.

Cabe acotar que nuestra Patagonia, representa un 30% de nuestra extensión territorial, está poblada solo al 5%, es rica en recursos naturales tales como petróleo, gas más uranio y su espacio aéreo está totalmente desprotegido, máxime aún cuando la Fuerza Aérea Argentina, hace mas de 2 años que no hace un despliegue de sus escuadrones aeromóviles, siendo el último en septiembre del 2015 durante el Ejercicio “ARIETE” y en el que significó el último despliegue operacional del Sistema de Armas Mirage antes de ser radiados de servicio en noviembre desde ese mismo año.

7. Otro de los argumentos que sostiene el Gobierno Argentino a la hora de justificar el prescindir de aviones de combate supersónicos, es la ausencia de HH.CC con países de la región y mucho menos con otros estados por fuera del continente. Es cierto que a nivel regional, afortunadamente hemos logrado un nivel de integración que hace descartar de plano cualquier tipo de conflicto armado con naciones hermanas; no obstante, me resulta muy grave que el ministro de Defensa Aguad, ergo Administración del Ing. Macri, desconozcan la necesidad de mantener siempre un prudente Equilibrio Regional y al mismo tiempo, no hagan un Análisis de Riesgos sobre las potenciales amenazas con una proyección hacia el largo plazo y en esto cabría por preguntarse: ¿Puede hoy el ministro de Defensa, asegurarnos o darnos garantías totales de que en 15 o 20 años no vamos a sufrir una agresión estatal extranjera?

8. Por último, si bien no es el eje de mi análisis, acotar que situación similar sucede con la carencia de sistemas misilísticos antiaéreos de corto/mediano alcance y a su falta absoluta de consideración por parte del poder político.

CONCLUSION

Los dichos carentes de peso y análisis estratégico por parte del ministro de Defensa Oscar Aguad, que por consiguiente expresan la postura del Gobierno Argentino, son de una extrema gravedad, puesto que al auto imponernos prescindir de una aviación supersónica de caza, nos expone como Nación a que asumamos riesgos innecesarios, que objetivamente son existentes por sus antecedentes y con una alta tasa de probabilidad de ocurrencia, sumando como factor contribuyente o agravante, la relativización que Aguad hace con total desconocimiento del tema, e incurriendo en severos errores de conceptos y cuando afirma;

“Nosotros no tenemos hipótesis de que algún avión supersónico pueda atacar la Argentina… Los aviones supersónicos están en mano de los estados… Hasta ahora no hemos podido detectar ni fuerzas terroristas ni de ninguna otra índole, que tengan en su poder aviones supersónicos…”.

Al tiempo de incumplirse una promesa de campaña, referida al urgente reequipamiento de la otrora gloriosa Fuerza Aérea Argentina.

3 Comentarios

  1. Lo de falta de hipótesis de conflicto es una excusa recontra gastada para no calentarse en actualizar a las FFAA. No solo no hay aviones, no hay buques ni hay tanques. No sé puede esperar nada de este gobierno.

  2. Estamos desprotegidos y nadie nos asegura que en un futuro no seamos sometidos y no pensemos en 5 años, sino en un futuro cercano cuando nuestros valiosos recursos naturales sean aun mas valiosos. Tenemos el agua que es el petróleo del futuro

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