Tras varias previsiones que insinuaban una pronta crisis en el segmento asociado a defensa, el fabricante estadounidense Boeing continúa generando negocios con sus productos F/A-18F Super Hornet y F-15 Eagle/Strike Eagle, sistemas que se acercaban al final de su etapa productiva.
El programa Super Hornet debía cerrarse en 2018, luego que la administración Obama no librara ninguna nueva orden de compra, no obstante, en el último año el Congreso estadounidense decidió aprobar la adquisición de un nuevo lote por 110 ejemplares F / A-18F, en entregas programadas hasta 2023. Dicha decisión surge en virtud de las demoras de entrega del nuevo sistema F-35C. Al mismo ,tiempo surgen nuevas perspectivas de apertura en mercados extranjeros para el F/A-18F, dado que Finlandia estaría interesada en la versión de guerra electrónica EA-18G, mientras que Alemania, India y Suiza evaluarían la posibilidad de comprar el Super Hornet, así como a Canadá que continúa hablando con Boeing, en vistas de encontrar un acuerdo satisfactorio que permita reemplazar sus veteranos F/A-18 Hornet.
El otro ícono del gigante de Seattle, es el F-15 que en sus versiones, modelos que deberían haber quedado obsoletos después de la llegada de los F-35 Lightning II, sin embargo los Eagle/Strike Eagle siguen teniendo éxito, debido a su bajo costo relativo y sus excelentes prestaciones. En primer lugar, Israel consideraría ordenar otro lote de F-15 al desacelerar las compras de F-35, en segundo lugar Estados Unidos propone mejorar el avión, así permanezca en servicio durante varios años más. Boeing comenzaría a diseñar esta versión, llamada F-15X, basándose en sendas solicitudes especiales realizadas por Israel y Arabia Saudita.