La Empresa Argentina de Navegación Aérea se encuentra implementando una nueva forma de gestionar la verificación en vuelo de radioayudas en Argentina, basándose en dos pilares, la eficacia del servicio y la disminución del costo.
Para el primero, se acordó un nivel de servicio que garantiza que todas las mediciones tengan un mismo estándar y resultados online actualizados en tiempo real y visibles para todos los equipos técnicos de la organización. El objetivo es disponer de la “historia clínica” de cada radioayuda, que incluya mantenimientos realizados, índice de fallas, verificaciones y calibraciones requeridas.
Respecto al segundo, se diseñó la planificación de la programación de sitios con el objetivo de lograr una disminución en la cantidad de horas de vuelo utilizadas, ponderando en la lógica no solo las fechas de vencimiento sino también la ubicación de los sitios. De esta forma, se logró optimizar los traslados hasta cada punto, que es una variable que impacta fuertemente. Además, de mejorar el costo por hora de avión llegando a una reducción promedio del 20%.
En la nueva planificación se procedió a dividir el territorio continental argentino en dos sectores: Norte y Sur. Dado que los vencimientos se producen cada seis meses, se programan dos giras de verificación anuales para cada uno de ellos.
El trabajo en vuelo lo se está llevando adelante con el servicio brindado por la Fuerza Aérea Argentina y la Empresa Aerotec S.A, de modo tal de tener redundancia de aeronaves, quienes ahora envían todos los informes y curvas de radioyudas en forma digital, quedando disponibles online tanto para el equipo de la EANA como para la ANAC.
El primer circuito norte se inició el 14 de mayo y finalizó el viernes 3 de julio en Rosario, insumiendo en total aproximadamente unas 77 horas de vuelo.
Todo este plan permite, además de elevar el nivel de servicio, contar con el total control operativo y administrativo de las operaciones y su seguimiento diario, toda una novedad de la gestión actual además de bajar los costos por hora de vuelo, rubro que tiene una incidencia primordial en las erogaciones.
Asimismo, se mejoró la planificación de los proveedores de verificación y mantenimiento de radioayudas, dándoles visibilidad a más largo plazo para programar las inspecciones y disponibilidad de las aeronaves.
A corto y mediano plazo se incorporará la verificación de nuestros radares y de los procedimientos PBN, y ya en el mes de julio comenzará la primera vuelta de verificaciones en el Sector Sur.
En que consiste una Verificación de Radioayudas
La red de radioayudas, ubicadas mayormente en aeródromos, incluye equipos transmisores de posición (VOR o NDB), guiado para el aterrizaje (ILS), medición de distancia (DME) o senda de planeo visual (PAPI).
Todos los equipos son sometidos a un riguroso plan de mantenimiento preventivo y además son verificados a intervalos regulares tanto en tierra como en vuelo para medir la exactitud de la señal y realizar las calibraciones requeridas.
Las mediciones en tierra validan la calidad de la señal pero la verificación final se realiza en vuelo, ya que de esta forma se consideran la totalidad de factores que afectan a la señal (orografía, obstáculos, interferencias, etc.)
Los aviones verificadores disponen de equipamiento especial que recibe la señal, la procesan y registran en forma de “electrocardiograma”, midiendo y almacenando todos sus parámetros.