
Por: Marcelo R. Cimino
Si bien nuestra Nación tiene implementado un sistema integral con el Plan Nacional de Manejo del Fuego, al cual se suma los diversos sistemas y equipos de algunas gobernaciones provincias; puede observarse, según datos de los últimos 20 años, que el promedio anual de área quemada es de 1.090.000 Hectáreas (equivalente a la provincia de Tucumán) generados por un promedio de 10.000 incendios aprox. Dicha situación de desastre socioeconómico y ecológica, requiere sumar más y mejores medios a la lucha. Desde este humilde sitio, nos permitimos plantear una propuesta, en base al estudio de los equipos más utilizados en el mundo compatibles al material de vuelo existente en nuestro país.

Un poco de historia
Si bien la idea de utilizar aviones hidrantes en la lucha contra incendios, se remonta a los inicios de la aviación, recién en el año 1947 la USAF y el USFS Servicio Forestal de EEUU experimentaron con el uso de bombas llenas de agua lanzadas desde bombarderos. El experimento resultó infructuoso, sin embargo dio lugar al uso de bombarderos con tanques de agua internos para la lucha contra incendios forestales. A partir de entonces, la modificación de aeronaves para ser usadas como aviones hidrantes fue generalizándose, sin embargo, su alto costo debido al bajo índice de utilización, fue convirtiéndolo en prohibitivo, principalmente en grandes aeronaves. Por tal motivo a principios de los ’70, a causa de grandes incendios ocurridos en California, el gobierno de EEUU ordenó el diseño y fabricación de un sistema modular que pudiera ser instalado en aeronaves de transporte militar para convertirlos rápidamente en aviones hidrantes, en caso de una emergencia. De esta manera nace el Modular Airborne Fire Fighting System o MAFFS.
Equipos más difundidos
Modular Airborne FireFighting System de MAFFS Corporation
El Modular Airborne FireFighting System o MAFFS, es una unidad autocontenida usada para
la lucha contra incendios que puede ser transportada en un C-130 Hércules, con lo cual lo
transforma en una aeronave apta para la lucha contra incendios.
Existen dos modelos el MAFFS I, introducido en 1971, y el modelo MAFFS II de 2008.
Ambos modelos fueron fabricados por Aero Union de Chico, California, empresa que quebró
en 2011. Desde 2013, los equipos MAFFS I, RAD II disponen de soporte logístico y mantenimiento por MAFFS Corporation (empresa surgida de la unión de United Aeronautical y Blue Aerospace) quien a su vez fabrica y da soporte al sistema MAFFS II.
MAFFS I
El MAFFS I consiste en una serie de cinco tanques de retardante (o agente extintor) de fuego presurizados, con capacidad de 2.700 galones estadounidenses (10.000 L) y equipamiento asociado, los cuales son paletizados para ser transportados en el compartimiento de carga de una aeronave. Además de los tanques con retardante, cada módulo contiene un tanque conteniendo aire presurizado a 1.200 psi (83 Bar). El módulo de control incluye el panel de control maestro, el asiento del operador y válvulas de descarga. Al regresar a la base, el sistema es abastecido de líquido retardante y aire a presión. Cada unidad pesa cerca de 5.000 kg. El sistema puede ser instalado en cualquier C-130-E, H o J equipado con el sistema de carga manual USAF 463L. El retardante es expulsado al exterior a través de dos tubos que salen por la rampa de carga. El sistema puede dispersar los 2.700 gallones en cinco segundos, esparcidos sobre una línea de unos 30 metros de ancho por 400 metros de largo. El sistema puede ser recargado en 12 minutos.

MAFFS II
El MAFFS II es un sistema mejorado desarrollado por Aero Union. El nuevo sistema tiene una capacidad de 3.400 galones estadounidenses (13.000 litros) almacenados en un único tanque en lugar de los 5 del sistema anterior, además de incorporar un compresor a bordo. Esto último permite reducir el tiempo de recarga en forma significativa. El nuevo sistema descarga a través de una puerta especial ubicada en el lugar de la puerta paratroop lateral, lo cual permite realizar la misión con el avión presurizado, además de reducir considerablemente la resistencia aerodinámica debido a que la puerta trasera se encuentra cerrada. También reduce los problemas de corrosión debido a la disminución del mojado del fuselaje. Se contrajo el tiempo de instalación del sistema de 4 a 2 hs. El sistema posee 2 tanques de presurización de 1.08 m3 cada uno, presurizados a 102 Bar. El tanque principal se mantiene presurizado a 100 psi (6.9 Bar).

Equipo Retardant Dropping System (RDS) de Coulson Aviation

El Retardant Dropping System (RDS) de la firma canadiense Coulson Aviation, es un sistema modular que esparce compuesto retardante por flujo de gravedad, es decir; no necesita sistema de presurización para su lanzamiento (Modular Gravity Flow Retardant Delivery System). Este sistema es relativamente nuevo y es el que se está imponiendo. Ya lo utiliza la U.S Air Force y el U.S Forest Service de los Estados Unidos, además de la propia Coulson Aviation, quien posee una nutrida flota de medios de lucha contra incendios forestales.
Este equipo consta de un pequeño tanque inferior de paso, instalado debajo del piso de la bodega de carga, en una sección relativamente corta (entre las estaciones FS437 y FS637). Cuyos tres componentes principales del sistema, no interfieren en lo más mínimo con la estructura de base del avión. (ver Figuras 1 y 2). Junto a un tanque principal de tipo roll-on y roll-off con el Retardant Aerial Delivery System XXL (RADS), el cual no requiera más de tres personas para subirlo al C-130, que luego es fijado al pido de la bodega sobre el tanque inferior, el mismo yace debajo el piso de la bodega de carga (ver Figuras 3, 4 y 5)


Por su parte, la adopción de este sistema no interfiere en la polivalencia del sistema Hércules, puesto que para configurar la aeronave solo es necesario reinstalar una pequeña parte del piso de bodega. (Figura 3 a 6).






Por su parte, el RADS XXL insume una hora para ser montado o desmontado, el peso total del conjunto es de 2400 libras (contra las 15.000 libras del MAFFS II), la operatoria es de flujo constante por gravedad (presurizada en el MAFFS II). Porta 4.400 galones estadounidenses (casi 17.000 L), en tanto, la velocidad del flujo entregado es de 1.800 gal/seg (contra 700 gal/seg del MAFFS II), mientras que no requiere tripulación ni equipo adicional. Cabe agregar que, además del tanque inferior y la tolva Retardant Aerial Delivery System XXL (RADS) el conjunto se encuentra comandado desde el puesto de pilotaje a través de un software que gestiona y optimiza la entrega de agua/retardante en cada lanzamiento, acoplado a un sistema EGPS y un marcador laser. El costo estimado del Retardant Dropping System (RDS) de Coulson Aviation, es aproximadamente 5,2 millones de dólares llave en mano.
¿Por qué el Hércules TC 100 como propuesta?
Si se tomara por ejemplo los parámetros estadísticos estadounidenses, quien prácticamente duplica la tasa de incendios argentina, nuestro país debería disponer como mínimo, cuatro equipos para cuatro aviones Hércules. Incluso, en ese caso puntual, la industria argentina estaría en capacidad técnica de afrontar un desarrollo propio de este tipo, con la supervisión de la “Fábrica Argentina de Aviones Brig. San Martín” (FAdeA), quien luego integraría los mismos a la aeronaves; no obstante, nuestra flota de C-130 H debería someterse a una exhaustiva revisión de los cajones alares centrales y resto del conjunto, requiriendo probablemente un cambio de los mismos. Situación muy onerosa y que habría que analizar si se justifica.
Muy diferente es la situación del Lockheed C-130 TC-100 argentino, cuyo es Modelo L-100-382G, el cual no solo se encuentra fuera de la planificación estratégica de la Fuerza Aérea Argentina, sino que además se utiliza muy poco en su calidad de transporte logístico. Este ejemplar no padeció nunca de la rudeza de los vuelos tácticos, ni tampoco soportó el trajín de Marambio. Si bien ha tenido en el pasado problemas de trazabilidad en sus motores, es una aeronave con menos de 20.000 hs de vuelo; que a su vez entra en procesos PDM por tiempo calendario, en lugar de horas consumidas debido al escaso uso que le da el arma aérea.
Demás está decir que, por su maniobrabilidad y rendimiento, operando a bajo nivel y baja velocidad con cargas pesadas en terreno accidentado, sumado a la respuesta de potencia inmediata y capacidades STOL que posee, hacen del C-130 un “Firefighting” natural, y una herramienta fundamental cuando la situación se desborda como venimos viendo estos últimos meses.
Por ultimo aportar que, el C130 Hércules TC-100 se encuentra en FAdeA en espera de un proceso PDM, situación más que propicia para adaptar un Retardant Dropping System (RDS) como el de Coulson Aviation, dado que la Fábrica es centro autorizado Lockheed Martin para sistemas C-130 Hércules, está en condiciones de asociarse y fabricar totalmente el conjunto de la firma canadiense, logrando no solo experiencia en la región sino que a la vez los costos de adquisición se abaratarían notablemente.
En resumen, la necesidad manifiesta de contar con aviones hidrantes capaces de lanzar volúmenes importantes, sumado a la oportunidad de disponer de una aeronave acorde, en espera a un proceso de mantenimiento mayor, y lo poco oneroso de una instalación en el mismo (en comparación con la adquisición de aviones hidrantes nuevos), alienta a pensar que debería analizarse con seriedad esta propuesta.
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Galería





Referencias y fuentes consultadas:
INFORME TÉCNICO DMA-006/17 – Sistema Hidrante Antiincendios Aerotransportado – Por Ms. Ing. Gustavo Scarpin – INSTITUTO UNIVERSITARIO AERONÁUTICO
https://www.coulsonaviationusa.com/
https://fireaviation.com/tag/l-382g/page/2/
HERCULES L-100 TC-100 DE LA FAA: UNA PDM QUE PLANTEA MAS DUDAS QUE CERTEZAS…
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NO SE PERMITE SU REPRODUCCION, EN NINGUNA DE SUS FORMAS, SALVO EXPRESA AUTORIZACION DEL AUTOR
Excelente propuesta!! Da para difundirla en redes sociales, medios especializados y organizamos públicos
Una vergüenza que un pais como Argentina no tenga aviones contra incendios como el Bombardier y que ni siquiera se dignen en adaptar una plataforma ya existente como los Hercules. Lamentablemente somos un pais bananero, donde los vuelos narcos, la pesca ilegal hacen lo que quieren( que podemos esperar que se calienten por cambatir incendios…….). Como siempre muy buenas las descripciones técnicas Marcelo