Correo de Lectores: (IN)DETERMINACION

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La República Argentina posee riquezas que pocas naciones en el mundo, es una falacia que no pueda mantener equipos de alta tecnología.

SOBRE EL FA 50 Y OTRAS COMPRAS MILITARES.

Por Alejandro Casali.

Vamos directamente al grano, sin tantas vueltas. ¿Cuál es el sentido de comprar una aeronave de “combate” que no nos permite prevalecer en ningún campo de batalla?.

La respuesta es más que obvia, no tiene sentido alguno ya que por capacidades o bien por fortalezas, está claramente por debajo de nuestros oponentes más cercanos y, sobre todo de nuestro enemigo, que hoy ocupa una porción de territorio nacional de manera sencilla, fácil, descansada y hasta casi gratuita ya que los contratos petroleros le permitirán solventar los gastos de defensa que insuman las Islas Malvinas.

En cambio nosotros pretendemos no alarmarlos, no sea cosa que se sientan molestos y se ofendan.

Repugna en nuestros políticos la falta de compromiso con la defensa de la Nación y  también ofende la postura de muchos jefes militares que, conocedores de nuestras debilidades, ante su mirada al costado contribuyen en continuarlas, ante una permanente e irreversible perdida de capacidades, tolerando presupuestos irrisorios y avalando compras inservibles, un claro ejemplo es este avión de entrenamiento avanzado, para países sin conflicto alguno, que solo pretenden presencia en los feriados nacionales o escolta de aeronaves presidenciales.

¿Qué posibilidades tiene esta nave contra un F 16 Block 50 ? ¿Qué oportunidades contra un Grippen NG?, en ambos casos solo la pericia de un piloto y una importante bendición de suerte para obtener algún resultado positivo, mas allá de escapar indemne.

Claramente, sus capacidades son risibles al lado de un Thypoon o un F-35 británico, porque nos guste o no, nuestro territorio está invadido, por ende la hipótesis de conflicto es una un hecho tangible y real. Entonces, ¿vamos a sacrificar a nuestros pilotos en caso de un conflicto? ¿Cuál va a ser el respaldo, medido en fuerza real, a una resolución que prohíba el saqueo de nuestros recursos naturales? ¿De qué modo vamos a reclamar en los foros internacionales nuestras Islas, si los británicos no ven DETERMINACION cabal en nuestros actos?

Estos párrafos solo pretenden ser un llamado de atención para quienes quieran escucharlo. No debemos mostrarnos débiles, y es lo que hacemos constantemente. Así como aumentamos el presupuesto de Educación para que nuestra Patria no sea ignorante y por lo tanto no sea esclava de otras, debemos aumentar a valores lógicos el presupuesto de Defensa y volcar en lo posible todo el ingenio, conocimiento e inteligencia para desarrollar nuestros propios sistemas de defensa.

No es un anacronismo, no, es bien real y contemporáneo. Los conflictos pueden variar y el enemigo tener otras caras, pero el fin es el mismo, prevalecer y vencer. Hablamos de Maquinas de Guerra y en la historia sobran ejemplos de fracasos de aquellos que solucionaban todo desde la comodidad de un escritorio, sin tomarse en serio la tarea de armar y proteger a su Nación.

Va de suyo que la crítica es extensiva hacia las otras decisiones, como por ejemplo las patrulleras OPV clase L’Adroit, descafeinadas y completamente exentas de valor militar real, más próximas a una fuerza de seguridad que a una fuerza militar naval que se precie de tal.

Es muy simple, las naciones no son ni buenas ni malas, se manejan consecuentemente a sus intereses. De allí que los intereses pasan por arriba a los débiles y eso solo se combate con poder de disuasión, basta con echar un vistazo al mundo de estos últimos 20 años para comprobarlo.

Lo demás es pan y circo para la tribuna.

En su momento nuestros antepasados, no dudaron en buscar fuentes de provisión que permitieran mantener un poder disuasorio creíble, que inspirara respeto y brindaran verdadera protección a la Nación.

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